Se entiende o se define como esta al conjunto de acciones que lleva a cabo un sujeto, que puede ser humano o animal, y que es la expresión de su comportamiento en un entorno, situación o contexto determinado.
Estudia cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas.
En esta etapa la persona no es consciente de tener un problema, y es frecuente que haya mecanismos de defensa como la negación o la racionalización. En nuestro ejemplo, el individuo no tendría conciencia de los efectos negativos de una vida sedentaria o se repetiría a sí mismo “de algo hay que morir”.
Es una forma de terapia que se basa en los principios del conductismo. La escuela de pensamiento conocida como conductismo se centra en la idea de que aprendemos de nuestro entorno.
Una serie de capacidades para autorregular los procesos de aprendizaje. Como tal, involucra un conjunto de operaciones intelectuales asociadas al conocimiento, control y regulación de los mecanismos cognitivos que intervienen en que una persona recabe, evalúe y produzca información, en definitiva: que aprenda.
Se trata de una habilidad que no es completamente innata sino que se va desarrollando y fortaleciendo en base a nuestro aprendizaje y las circunstancias y estímulos que forman parte de nuestras vidas. A nivel biológico se corresponde en gran medida con el desarrollo del lóbulo frontal, y especialmente el lóbulo prefrontal.
Es una terapia psíquica (no debe confundirse con la psicología cognitiva). Para la psicología cognitiva, los problemas mentales y emocionales están estrechamente relacionados con los procesos cognitivos.
Combina los métodos del trabajo terapéutico occidental, orientados como un proceso, con el conocimiento procedente de la psicología budista. Éste último abarca miles de años de conocimiento sobre cómo funciona la mente humana tanto en estado cuerdo como en estado confuso. Este conocimiento se comprueba y amplía cada vez más gracias a la investigación y la visión de la neurociencia moderna.
Es la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido y características subjetivas que permiten valorar la información.
Es la acción y efecto de prevenir (preparar con antelación lo necesario para un fin, anticiparse a una dificultad, prever un daño, avisar a alguien de algo)